3 razones en contra de lavarse la cara en la ducha

La ducha es una gran oportunidad de refrescarse la cara después de una larga y cansada noche (o día). El agua caliente en la cara es perfecta para relajarse, ¡es agradable, calentita y barata! Pero, ¿tiene algo de malo?

Si te lavas la cara en la ducha, ¡entonces deja de hacerlo ahora!

Abres el grifo del agua, ajustas la temperatura y la presión, te metes bajo el chorro y lo primero a lo que apunta el agua es a tu cara. Esta es una rutina matutina o nocturna para casi todo el mundo, pero no sólo tiene que ver con eso. El chorro caliente azota la cara con un placentero masaje. Por desgracia, los beneficios no se corresponden con el placer. Lavarse la cara en la ducha es perjudicial para nuestra piel. ¿Por qué?

#1 EL AGUA CALIENTE CAUSA IRRITACIONES

Nadie te está diciendo que no te duches con agua fría, pero tienes que recordar que el agua caliente puede causar irritaciones en tu piel. La piel de la cara es mucho más delicada que la piel del resto del cuerpo, por lo que un chorro fuerte de agua caliente puede incluso provocar quemaduras en la cara aunque otras partes del cuerpo no se vean afectadas. Además, el agua caliente puede provocar rojeces, debido a la alta temperatura que dilata los vasos sanguíneos.

#2 EL AGUA CALIENTE FRIEGA LA PIEL

Lavarse la cara en la ducha es tan placentero que a menudo dejamos que el agua fluya por nuestra cara un ratito más, pero un lavado de cara estándar es varias veces más corto. Cuanto más tiempo corra el agua por la cara, más sustancias protectoras naturales (pH natural) son eliminadas de la piel. La piel se vuelve seca y hay un mayor riesgo de que los factores externos perjudiciales dañen la piel.

#3 EL CHAMPÚ PUEDE SER NOCIVO PARA LA PIEL DE LA CARA

En la ducha solemos lavarnos también el pelo, por lo que encima de la cara aplicamos algunos cosméticos más, como champú, acondicionador u otros productos para el pelo. Bajo el chorro de agua, tu cara se ve involuntariamente expuesta a los cosméticos que fluyen libremente por la cara, y el contacto de estos cosméticos con la piel de la cara puede irritarla.

Cómo cuidar de la cara en la ducha

Es imposible proteger por completo la cara en la ducha, porque nadie se ducha con máscara. Lo que puedes hacer es limitar el contacto del chorro caliente de agua (lo más importante es no dirigirlo a la cara directamente) y de otros cosméticos usados en la ducha.

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